Pétalos y otras historias incómodas es el título completo del libro de 6 cuentos de esta escritora mexicana (México DF 1973), licenciada en letras hispánicas y con un doctorado en París donde residió varios años.
Es autora de cuentos y novelas y ganadora de varios premios; su obra ha sido traducida a más de diez idiomas y ha sido señalada como una de las mejores exponentes de la literatura latinoamericana.
Traté de leer su primera novela de 2006, El huésped, pero no pude terminarla porque me hostigó por lo inquietante, violenta y metafórica, vehiculando un mensaje que me pareció poco claro y bastante underground; el tema central de la novela es el desdoblamiento y la ceguera, temas que ya han sido tratados por otros escritores como Borges, Chejov, y otros.
Pétalos y otras historias incómodas es su tercer libro de cuentos, señalado por Colombia y España como un de los mejores libros del año 2008.
La prosa de esta joven escritora es elegante y fluida y la estructura de sus cuentos es impecable. Un excelente trabajo de M. Robles Chavira demostró que G. Nettel utiliza la sinécdoque poética para develar el mundo de los anormales. Lo siniestro en sus cuentos surge con la descripción de una « extraña realidad » de los personajes mismos, acompañada de miedos, obsesiones, angustias y compulsiones. Pero los personajes de Nettel son conscientes de su naturaleza anómala y diferente; son personajes solitarios que deambulan en un mundo marcado por sus obsesiones.
Esta compilación de seis cuentos de corte internacional resalta por la pulcritud de la escritura, sin necesidad de buscar un vocabulario excepcional y sin ningún mexicanismo lexical. Los cuentos no son lindos, no son poéticos y bucean por el lado oscuro de los entes, el lado escondido, el lado anómalo. Hay mucha clarividencia y al mismo tiempo sordidez, pero la escritura es sana y notable.
Algo en esta escritora talentosa me recuerda a otra escritora argentina también talentosa: Samanta Schweblin. Pero la escritura de la argentina me parece más pesimista, más siniestra, más descriptiva de situaciones que de pifias de la personalidad como en el caso de Nettel. Ambas son sumamente interesantes.
El primer cuento se llama Ptosis,(un término médico para designar una caída, en este caso de los párpados). El cuento se desarrolla en París y el personaje principal, un fotógrafo que trabaja para un cirujano estético, se fija sólo en los párpados, sin tener ninguna cuenta del aspecto global de la persona. El muchacho se enamorará de los párpados de una mujer 20 años menor con quien tendrá una efímera relación al mismo tiempo que la ruega que no se opere para no hacer desaparecer el objeto de su obsesión: los párpados de la mujer (le besé los párpados una y otra vez y, cuando me cansé de hacerlo, le pedí que no cerrara los ojos para seguir disfrutando de esos tres milimetros suplementarios de párpado, esos tres milimetros de voluptuosidad desquiciante…)[¿fetichismo?]
El segundo cuento es Transpersiana, un cuento corto que no se puede situar geográficamente y que nos cuenta el espionaje de una mujer sobre su ex pareja; el hombre ha invitado a su departamento a una nueva mujer y en vez de seducirla, se masturba en la cocina…y la ex lo espía de una ventana de enfrente [¿voyeurismo?]
Bonsái es un cuento bastante original que transcurre en Japón. Un hombre casado se interesará poco a poco al mundo vegetal y se identificará con un cactus. A partir de ese momento el hombre querrá saber a qué tipo de vegetal pertenece su esposa y cuando intuye que ella es un bonsái, decide separarse.
El otro lado del muelle es una historia extraña, la historia de una chica arisca que rechaza toda cercanía porque se quiere sola en un mundo hostil hasta que irrumpe en su vida una chica francesa que la hará ver las cosas de otra manera. Hay una linda citación de Émile Cioran al principio del cuento: »Toda amistad es un drama inaparente, una serie de heridas sutiles« .
Pétalos es el cuento que da el nombre al libro, es un cuento sencillamente increíble. Es la historia de un hombre a quien le gusta meterse en los excusados de mujeres para husmear olores y buscar manchas porque de esta manera busca a su mujer « ideal ». Hasta que da con un olor y una mancha que le gustan y bautiza a esta mujer idealizada como Flor, ella es el símbolo de sus anhelos y de su anormalidad. No da descanso hasta que dará con ella…el final es completamente inesperado.[¿escatológico?]
Bezoar es otra historia increíble, la de una chica neurótica o psicótica a quien le gusta jalarse los pelos y saborear los turgentes bulbos pilosos. Con los años esto se convierte en patología y aunque la chica es lo suficientemente bella como para hacer modelismo, ella conocerá a su alter ego en un muchacho, Victor, aquejado de otro tic. De tics y manías el parcito cae en la dependencia a las drogas y los internan en una clínica para tratar de curarlos; la chica escribe un diario a su médico para explicar su propensión a jalarse el cabello…Es un relato de un hiperrealismo fulminante, de un total impudor y de una verosimilitud espeluznante.
Después de la lectura de estos cuentos, el pobre lector queda anonadado y en estado de estupor avanzado. Lo que no menoscaba en absoluto el talento extraordinario de Guadalupe Nettel en estos cuentos.
Otros libros reseñados : Después del invierno, La hija única, El cuerpo en que nací.
PÉTALOS, Anagrama 2008, ISBN 978-84-339-7166-1