Poeta chileno de Alejandro Zambra

Alejandro Zambra Infantas es un poeta y narrador chileno (Santiago 1975) que fue destacado como uno de los 39 mejores escritores latinoamericanos menores de 39 años en Bogotá en 2007 (sólo 2 chilenos, el otro es Álvaro Bisama) y también como uno de los 22 mejores escritores de lengua española de menos de 35 años (junto con otro chileno, Carlos Labbé), por la Revista británica Granta en 2010 (Cambridge). Zambra es Licenciado en Literatura Hispánica con un Magister en España en Filología . Hace parte  de la que llaman « generación Bogotá 39″.

Ha sido  varias veces premiado : Premio de la Crítica  y Premio del Consejo del Libro en Chile en 2006, Premio Altazor en 2012, etc. Su prosa puede ser bastante minimalista (cf sus primeros libros) y sus temas son variantes sobre el ejercicio literario y la escritura.

Comenté en este blog seis libros suyos que me gustaron porque encuentro que escribe bien sin ser  complicado, plantea bien sus temas y puede ser muy « visual » y hasta a veces divertido, siempre muy coloquial. Lo encuentro original en el paisaje literario chileno. 

Poeta chileno (2020) es la primera novela « gruesa » que leo del escritor con 420 páginas, que necesitó  dos años de escritura en Mexico donde reside. Y una sorpresa, esta vez no se puede hablar de estilo minimalista, sino de un estilo bien fornido donde me molestó la grosería del lenguaje por momentos. Es vox populi que los chilenos hablan muy mal, pero aquí se habla bien lexicalmente aunque con grosería. Ô TEMPS Ô MORES.

La portada es sorprendente, se trata de la gata Oscuridad, todo un personaje y con una preciosa historia en el libro. Una gata con dos colmillos enormes que le daban este aspecto algo inquietante. La temporalidad de la historia va de los años 90, a los años 2000 y a una época reciente.

La primera parte del libro está consagrada a Gonzalo Rojas, un postulante a poeta en un país donde sobre abundan (y que tiene el récord de dos premios Nobel de Poesía). Gonzalo tuvo una novia (polola) hoy en día separada con un hijo. Volverán a juntarse al cabo de nueve años y Gonzalo será un verdadero padre/padrastro para Vicente,  el hijo de Carla. Pasan los años y Gonzalo queda definitivamente catalogado como poeta cuando logra publicar una colección de poemas a cuenta de autor y lo dedica a Carla y Vicente. Casi al mismo tiempo logra obtener una beca literaria para Nueva York pensando que podrían partir todos juntos, pero Carla decide borrarlo de su vida. Es una traición terrible para Vicente porque la verdad es que Gonzalo se preocupa de él, lo que no hace el padre génético. Durante la convivencia con Carla surge la anécdota con la gata Oscuridad que es el amor de Vicente; es una anécdota bastante trágica que se traducirá por una franca perturbación psicológica en Vicente. 

El poeta Gonzalo Rojas  se buscó, como buen poeta, un pseudónimo; publicó como Rogelio González. 

Partirá solo a Nueva York y quedará feliz con su formación académica. Cuando vuelve a Chile, al cabo de unos años Vicente es un joven de 18 años que no quiere ir a la universidad, sino ser poeta. Gonzalo no ha mantenido contacto con él durante años y se van a encontrar en una librería de Santiago. Ambos van a entablar una linda relación de iguales, teniendo tema de sobra para compartir y fomentar una sólida relación de camaradería.

Vicente tuvo una corta relación con una norteamericana, Pru, bastante mayor, periodista cultural en Nueva York y que va a Chile para escribir algo que suene típicamente chileno. Entre los temas  que captan su atención podría ser el de los perros callejeros que sobre abundan en Chile, o el tema del supuesto asesinato del vate Neruda. Pero al contacto de Vicente, descubre el mundo de los poetas chilenos y escribirá un buen ensayo, lleno de disquisiciones divertidas (…durante demasiados años la poesía chilena fue estudiada como una lucha de titanes, con esos machos heterosexuales peleándose el micrófono como únicos protagonistas, lo que dejó a muchos poetas de lado, sobre todo a las mujeres y a los grupos minoritarios, página 280). La gringa Pru se enamora de Valparaiso que le parece una ciudad muy ruda y a la vez acogedora, bellamente peligrosa, salvaje, y hasta piensa que los omnipresentes quiltros (perros callejeros) porteños son más bravos y más felices que sus colegas santiaguinos.

Hay mucho humor en la novela, a veces es un humor triste.

El tema de la poesía y de sus poetas, domina el relato, pero hay otros temas abordados ampliamente, como el tema de la paternidad : el vínculo entre padrastro e hijastro (Gonzalo y Vicente), o el de Gonzalo con su padre, o el de Gonzalo con su abuelo materno (que él llama « el chucheta« , un patriarca que ha sembrado hijos en todo Santiago), o el de Vicente con su padre biológico.

Sobre la poesía…es mejor escribir que no escribir. La poesía es subversiva porque te expone, te hace pedazos. Te atreves a desconfiar de ti mismo. Te atreves a desobedecer. Esa es la idea, desobedecerles a todos. Desobedecerte a ti mismo, eso es lo más importante. es crucial. Yo no sé si me gustan mis poemas, pero sé que si no los hubiera escrito sería más tonto, más inútil, más individualista. Los publico porque están vivos. No sé si son buenos, pero merecen vivir (página 288).

Una buena novela escrita en el extranjero; quizás la nostalgia lo impulsó a escribir de manera por momentos grosera y siempre muy coloquial-chilena. Tenemos a los dos Zambra en este volumen, al Zambra poeta y al Zambra narrador. Ambos saben lo que hacen.

Tanto poeta que hay en Chile, Elvio Gandulfo escribió en La Nación una frase muy buena, muy acertada « como si ser poeta chileno fuera una forma de vivir ».

Otros libros reseñados : La vida privada de los árboles, Mis documentos, Facsímil, No leer, Formas de volver a casa, Bonsai.

POETA CHILENO, Anagrama 2020,  ISBN 978-84-339-9893-4

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