Fernando Iwasaki Cautí (Lima 1961) es un hombre multifacético que tiene raíces multiculturales : Perú, Japón, Ecuador e Italia; reformulando el frágil concepto de identidad Iwasaki dice con humor « mi poncho es un kimono flamenco » y hoy en día es un sevillano de adopción. Es Profesor de Historia, narrador, ensayista, crítico e historiador. Tiene dos doctorados : en Historia de América de la Universidad de Sevilla y en Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca. Además es columnista de varios periódicos.
Papel Carbón (2012 es una compilación de 25 cuentos que reúne sus primeros textos de los años 1983-1993. Son dos partes, la primera con 12 cuentos bajo el título de TRES NOCHES DE CORBATA (con un cuento epónimo) y la otra bajo el título divertido de A TROYA, HELENA, 13 cuentos y también con un cuento epónimo (erótico).
Los 25 cuentos se leen muy bien porque están bien escritos aunque no me resultaron todos de interés y no los voy a enumerar. Tiene una paleta especial para el humor y aquellos cuentos que eran humorísticos lograron hacerme reír de muy buen talante. Describe bien a la sociedad peruana a pesar de llevar tanto tiempo exiliado, pero yo creo que las idiosincracias se ven mejor desde afuera y a distancia.
Me gustó mucho la introducción a su segunda parte porque la encontré llena de nostalgia y de delicadeza. La citaré in extenso…
A Marle, otra vez…Descubrir a estas alturas de la vida que uno tiene un sentido adormilado, es una experiencia estimulante y a la vez un ejercicio de memoria. Por alguna extraña razón he recobrado el olor a cuero de la maleta nueva de mi primer día de colegio, el aromoso vapor de la crema de albahaca con tallarines, la tierna y peculiar fragancia de cada uno de mis hermanos cuando nacieron y hasta el cálido hálito de un pan recién horneado en casa de mi abuela. Esas sensaciones primordiales vuelven a mi para enseñarme a distinguir la dama de noche del nardo y el amaranto del naranjo en flor, las endivias con queso del paté de hierbas y el cebiche mixto de la cola de toro.
Hay quienes piensan que este hallazgo fortuito tuvo lugar en Sevilla, donde la encrucijada de olores es seductora y profunda, y otros sospechan que la nostalgia limeña ha revivido en mi los primeros humos del pasto bendecido por la garúa, el perfume azul de los jacarandás o la penetrante herrumbre de millones de perros marrones sin nombre. Yo sonrío y les doy la razón, porque me huelo que quieren ser amables y a mi me gusta dejarme querer.
Pero yo sé que esta noche volveré a recorrer su mapa para explorar sus abismos y otra vez nombraré por su olor cada cima, cada arroyo y cada floresta, porque como todas las cosas inexplicables los aromas de Marle son infinitos y yo los tengo siempre conmigo en la memoria.
Habría que saber la significación de la palabra Marle para el autor…acaso una mujer amada…pero hay que respetar también su privacidad. Encontré que el párrafo era precioso y sensible.
Otro libro del autor : El libro de mal amor.
PAPEL CARBÓN, Voces Literatura 2012, ISBN 978-84-8393-098-4