La tejedora de sombras de Jorge Volpi

Jorge Volpi es mexicano, nacido en 1968 ; estudió Derecho y Filología hispánica en Salamanca. Es una figura relevante de la generación del crack mexicano, grupo de literatos coetáneos que se ataca a las mafias literarias y a la literatura « light »: el grupo pretende escribir sobre temas internacionales con una tendencia a la sofisticación, según la escritora mexicana Elena Poniatovska.

Jorge Volpi tiende a una literatura  » total », al estilo de Mario Vargas Llosa y de Carlos Fuentes. Al escritor le gusta hacer de la « ciencia fusión » pues tiene predilección por temas científicos que denotan mucha investigación.

Prácticamente cada uno de sus libros ha sido premiado. Recibió en Chile el Premio José Donoso 2009 por el conjunto de su obra. Por su libro En busca de Klingsor  ha recibido nada menos que 4 premios, de los cuales el Premio Biblioteca Breve 1999 ; es su novela más difundida , hace parte de una « trilogía del siglo XX » junto con El fin de la locura y No será la tierra.

Este libro, La tejedora de sombras editado en 2012, recibió el Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica y la verdad es que lo compré desde su parución en marzo del 2012, porque el tema me pareció interesante.

Pues bien, debo decir que es éste  el primer libro del brillante Jorge Volpi que no me gusta al 100%. No por el contenido, que sigo encontrando fascinante, ni por la admiración que siento al saber que la documentación que necesitó este libro le tomó 7 años… No, lo que no me ha gustado es el estilo de la prosa utilizada por el escritor para narrar esta historia de amor, que duró 42 años, entre Henry A. Murray,  Profesor y jefe de Cátedra de Psicología en Harvard y su asistente, Christiana Morgan (artista, escritora y psicanalista). Encontré que la prosa no logra darnos la magnitud, la potencia sensual y erótica que debió existir, con altos y bajos, entre estos dos seres que buscaron un amor absoluto: dos almas que se encuentran, dos mitades que se reconocen de milagro, dos fantasmas que se adivinan idénticos y descubren, luego de más años de angustia que de gozo, que no se conciben separados. Encontré que la prosa no le daba calor humano a la pareja, cuyas vidas y opciones son disecadas con ojo clínico e impersonal: la paradoja máxima resultando del hecho que los dos protagonistas dieron su vida laboral y personal ahondando el alma humana, pero en el libro aparecen como dos títeres movidos por un viento huracanado…Lejos de mi, exigir de Volpi una novela rosa, en el estilo « light » que tanto aborrece, pero su documentada novela me refrigeró.

Los amantes se conocieron en 1925 a través del hermano de Henry Murray, Mike Murray quien fue primero  amante de Christiana. Una vez  iniciada su larga relación, ambos se hicieron analizar en Suiza por el célebre Carl Gustav Jung, que ellos llamaban El Viejo, quien hacía caer Christiana en verdaderos trances durante los cuales ella dibujaba guiada por el subconsciente (llegará a recopilar lo que se llamó El libro de visiones).

 Durante el análisis Jung  planteó claramente a Henry Murray que  Christiana, era un espíritu de mujer inspiradora, (égerie diríamos en francés),una mujer que no nació para procrear hijos sino para fecundar a los hombres que sepan apreciarla. Jung  dijo a Murray que siempre que se mantuviera cerca de ella, haría grandes progresos, pero que debía tener claro  que las mujeres como ella nunca serían buenas esposas porque su energía anímica, brutal e incontrolada, no las preparaba para la vida doméstica o la educación de los hijos. Christiana personifica el anima junguiana, la mujer que cada hombre posee como ideal, la mujer que cada hombre busca en todas las mujeres.(pg 57 et 66). Y a Christiana le preguntó en repetidas ocasiones si ella creía vivir con Murray una gran pasión a lo que ella respondía que con él estaba más viva que nunca. Tan viva que se descubría grande y poderosa, aunque también se sentía exhausta porque si bien él le entregaba su espíritu y su mente, no le daba calor ni estabilidad terrenal. Para él ella era una diosa, le besaba los pies y ella le fertilizaba su mente, con ella él era más  creativo , aunque ella presentía su miedo y le decía que debía amar su cuerpo tanto como su alma.

Esta pareja de amantes trabajaron y crearon una entidad que llamaron la Díada: mezclaron sus sangres en un cálice y la bebieron para ser UNO, profesando  un lema:  QUE QUIEN BUSCA NO CESE HASTA QUE ENCUENTRE Y CUANDO ENCUENTRE SERÁ ILUMINADO. También practicaron un ritual sexual que conllevaba prácticas sado-masoquistas en la torre de 3 plantas que los amantes poseían y donde él desempeñaba el rol del Amo y ella de la Sierva.

La colaboración de Murray con Christiana fructificó en un método analítico para investigar las profundidades de la personalidad, método conocido como el TAT o Test de Apercepción Temática, aún vigente y que se convirtió en un best seller académico: lista de 44 variables, a través de las cuales es posible reconocer, de forma más o menos objetiva, las necesidades y tendencias en la personalidad de un individuo ( in Archivos de Neurología y Psiquitría,34 (1935),pp.289-306. El test fue adoptado por la CIA como proyecto para reconocer a los traidores y derribar las resistencias de los espías comunistas cuando fuesen capturados.

Christiana Murray se suicidó por ahogamiento a los 69 en  años en 1967 en las Islas Vírgenes. El profesor Henry A. Murray contrajo segundas nupcias en mayo de 1969 con la señora Nina Chandler, de Boston  falleciendo a los 95 años de edad.

Otros libros reseñados : Mentiras contagiosasEn busca de Klingsor, Leer la mente, No será la tierra, Memorial del engaño, Una novela criminal.

LA TEJEDORA DE SOMBRAS,Autores Españoles e Iberoamericanos (Planeta) 2012, ISBN  978-607-07-1074-2

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