Legado en los huesos (2) de Dolores Redondo

Libro o película? Legado en los huesos

Dolores Redondo (Donostia 1969) estudió Derecho y Restauración gastronómica; es una verdadera donostiarra que vive en la ribera navarra. Hoy en día es una exitosa escritora y un fenómeno editorial gracias a  esta Trilogía del Baztán (=valle navarro) que lleva tres tomos publicados , con más de 113 000 ejemplares vendidos del primer tomo, 15 reediciones y derechos vendidos a más de 22 países ! Y más de 500 000 lectores de la trilogía. El primer tomo fue publicado en enero del 2013 :  El guardián invisible (con un billete en este blog en marzo 2014); el segundo tomo fue editado en noviembre del 2013 : Legado en los huesos y el tercer tomo se publicó en noviembre de 2014 : Ofrenda a la tormenta.

Los derechos de adaptación cinematográfica ya fueron comprados por el productor de Millenium (de Stieg Larsson) y de obras de Henning Mankell, Peter Nadermann, quien contrató al mismo director para las tres películas: Fernando González Molina. El guardián invisible se estrenó en marzo 2017 y Legado en los huesos en 2019. Vi la película y la encontré más lograda que la primera,  con una actriz principal ahora rubia, lo que le sienta mejor. Sigo pensando que el libro es muy superior, no obstante, las escenas de terror son de antología y los paisajes interesantes y opresivos.

Para Dolores Redondo en realidad se trata de una sola novela en tres partes…Es importante leerlas en el orden de aparición y además, no dejar de pasar mucho tiempo entre las lecturas.

¿Cómo explicar este éxito rotundo ?

Probablemente porque el libro está muy bien escrito y por la originalidad de la obra que mezcla de manera inteligente e interesante la rica tradición vasco-navarra a una bien urdida trama policial con personajes humanos trascendentes y creíbles que luchan entre una profesión muy exigente, acaparadora y una vida privada que debe adaptarse al ejercicio profesional. Difícil esto, muy difícil. También creo yo que más allá de brindarnos una historia policial, Redondo bucea en los orígenes del miedo que lleva dentro de si cada ser humano y se ataca al Mal primigenio, esa maldad inexplicable atávica al ser humano, para la cual no tenemos respuesta, lo que nos deja indefensos. También habría que destacar el rol importante que juega la geográfia de este valle del Baztán, tan bello como aislado donde impera una naturaleza despiadada y fría con lluvias interminables, frío, tormentas, niebla espesa, ríos acaudalados, bosques profundos, nieves y hielos…Tenemos descripciones sensoriales deslumbrantes del valle del Baztán (ver foto más abajo), de su belleza, de su soledad y de la hostilidad de la naturaleza circundante. Al parecer las crónicas del lugar reflejan altos porcentajes de suicidios y de trastornos sicológicos, de emociones desbordadas, de provocación, lo que no deja de provocar cierto interés morboso por  parte del lector ávido de sensaciones.

   La prosa cuidada de la escritora utiliza un narrador omnisciente, de manera que el lector tendrá la información al mismo tiempo que los protagonistas del relato lo que hace aumentar la tensión durante la lectura.

Cometí un craso error en leer este segundo tomo tanto tiempo después del primero que comenté en marzo del 2014 (hace más de un año !), porque olvidé detalles de la trama del primero y me costó localizar a los diferentes inspectores y colaboradores de Amaia Salazar. Cada uno de ellos juega un rol importante en el libro y es necesario tener los roles bien claros para el mayor provecho de la lectura. Este segundo tomo me pareció aún más logrado que el primero, más completo, más ahondado, más espeluznante.

Legado en los huesos comienza escasos meses después de los acontecimientos en Elizondo (cuando se cometían los crímenes del basajaún en El guardián invisible…); empieza  con el juicio de Jasón Medina padrastro acusado de asesinato  y violación sobre su hijastra Johana Márquez. El juicio no se hará porque el acusado se suicidará en su celda dejando una nota con una sola palabra tarttalo que corresponde en la mitología local a un ser descomunal, fuerte y agresivo, con un solo ojo que se alimenta de ovejas, pastores y doncellas. Tarttalo se escribe también torto o tártaro.

En Elizondo todos se conocen y es una ciudad plagada de secretos. La inspectora Amaia Salazar es originaria de este pueblo y está casada con un escultor norteamericano que la adora y que trabaja en casa lo que  permite a la inspectora ausentarse por trabajo y dejar a su pequeño hijo de cuatro meses con el padre y con su tía . La inspectora Salazar se verá rápidamente involucrada a título personal con una serie de crímenes perpetrados sobre mujeres originarias de Elizondo, crimenes que llevan en común la amputación de un brazo a la altura del codo provocado por un instrumento dentado.

Es muy interesante leer como Amaia se tortura entre su rol de madre protectora de su niño y su rol de inspectora hiper eficiente, lógica y preparada para estos casos. Con la maternidad Amaia tiene un punto de vulnerabilidad que no tenía antes y es para ella una lucha de cada día  salir de su hogar donde todo es dulzura y harmonía, para enfrentar el Mal que además es irracional en este caso. Es interesante ver que tenemos el retrato vivo de un matriarcado en esta sociedad rural vasco-navarra: Amaia está rodeada de mujeres: sus dos hermanas, su tía, su madre.

A pesar de estar muy a gusto con su marido, quien no podría ser más comedido y acomodante con la vida profesional de Amaia, sin horarios ni descansos, la inspectora se sentirá fatalmente atraída por el juez Markina quien no deja de acosarla. Encuentro que el físico de la inspectora no está suficientemente descrito en el libro y me pregunto si D. Redondo no lo ha hecho muy a propósito para que cada lector fantasee con un descriptivo personal. Solo está claro que la mujer es atractiva y que la maternidad cercana no ha alterado su atractivo. Pero esta atracción de parte del juez me parece descolocada y extraña, poco racional.(Aunque es verdad que la pasión no rima con razón…)

Me resultó interesante leer sobre los agotes (llamados cagots en Francia), un grupo social minoritario del medioevo, hoy desaparecido y que estuvo presente en esta área y en el país vasco francés; eran artesanos de la madera, de la piedra y más tarde del hierro, discriminados socialmente y acusados de varias cosas , entre ellas de herejía, de propagación de la lepra y de otras barbaridades. No podían mezclarse a los no agotes y estaban condenados a cierta endogamia.

También me interesó leer sobre los asesinos inductores, un perfil de comportamiento de criminales que la inspectora había estudiado en Quantico (sede del FBI): de todas las clases de asesinos que catalogaba la unidad de estudios de la conducta, el más misterioso, el más novedoso y del que menos se sabe. El control de sus propias necesidades y el control implacable que era capaz de ejercer sobre sus servidores era propio de un dios. Para los investigadores de perfiles constituye un desafío el análisis de cómo elige a sus servidores, cómo logra seducirlos y convencerlos hasta crear en ellos la necesidad de servirle. (página 278).

En cuanto al relato policial, como decía justamente una bloguera entusiasta, tiene un final de infarto, con lo que estoy rotundamente de acuerdo. Aunque encontré que el final estuvo un poco abrupto, como si Redondo quisiera atesorar cosas y sensaciones para la entrega siguiente ...(el psiquiatra se queda impávido en la escena final y « la mala » se esfuma como por encanto). Habrá que seguir la trama.

No se debe volver al lugar donde se fue feliz porque ésa es la manera de comenzar a perderlo. Y para la inspectora Amaia Salazar volver a Elizondo era volver a la casa de su infancia que parecía tener vida propia y se ceñía entorno a ella, cobijándola con sus muros y dándole calor.(página 205). Resulta que Amaia Salazar llevaba en sus propios huesos un pasado y « la presencia del mal la invadía, una sensación que se movía en sus sueños y la atemorizaba como algo infiltrado en sus huesos de lo que no podía desprenderse ».

Este libro es un page turner sin ninguna duda aunque el aspecto racional de las cosas no sea explicable. Por ejemplo el rol del misterioso inspector Dupree del FBI que aparece y desaparece sin explicaciones. En un momento del relato las llamadas telefónicas fueron localizadas desde los EEUU, pero no se da ninguna continuación a este hecho. Ni tampoco a la irracionalidad del acoso del juez Markina hacia Amaia . Quizá estas interrogantes encontrarán la respuesta en el tomo tres. No habrá que dejar pasar mucho tiempo para retomar la serie so pena de perder el interesante y apasionante hilo conductor.

Otros libros reseñados : El guardián invisible, Ofrenda a la tormenta, Todo esto te daré, La face nord du coeur. Esperando al diluvio

LEGADO EN LOS HUESOS, Ediciones Destino 2013,  ISBN 978-84-233-4745-2

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