Escritor argentino (1963) que abandonó su carrera de arquitecto para dedicarse a la escritura de escenarios para el cine y la televisión; en televisión se dio a conocer con la exitosa serie argentina « Los simuladores ».
El jardín de bronce es su primer libro, protagonizado por Fabián Danubio, quien volverá a aparecer en tomos ulteriores. Malajovich ha tenido un éxito rotundo con este libro, que rápidamente fue traducido al francés. Es un libro que me fue recomendado por una « babelienne », es decir, una participante a la red de lectores francesa llamada Babelio.
Es una novela policial bastante buena, intensa y fascinante en un Buenos Aires desconocido, barroco y venenoso, que escenifica unos personajes marginales inolvidables como la media loca del metro, el detective estrambótico que tiene una gallina viva en su oficina, una descendencia de artistas completamente insanos, unos barrios bonaerenses malfamados y llenos de junkies. Es todo un decorado surrealista. Es un buen thriller que se aventura por las orillas escarpadas de lo fantástico.
¿La historia? Con la firme intención de no convertirme en un « spoiler », les digo que el protagonista de la historia es un arquitecto (como Malajovich…), Fabián Danubio, casado con la extraña Lila y padre de una criatura de 4 años, Moira, que se volatilizará cuando se dirige a una celebración de cumpleaños, acompañada por su niñera. Desaparecerá lisa y llanamente de la vida de sus padres como tragada por un agujero negro. Sus padres estarán deshechos, al borde del colapso y de la locura. La policía no logra nada y Fabián , desesperado, recurre a un detective de poca monta, pero que poco a poco ganará sus galones porque no es un detective tradicional. La pesquisa durará NUEVE años lo que ya es una originalidad en la novela. Con el pasar del tiempo van surgiendo conocimientos que permiten atar cabos y comprender la complejidad del asunto. Estamos ante un « page turner » y no sabremos la verdad hasta la última página.
Hace parte de la trama una familia de artistas escultores en bronce, de origen europeo, que instalarán inquietantes obras de arte en un jardín, y este jardín tan especial da el nombre a la novela.
Esta desaparición tan irreal y abrupta de la niña me recordó la película española visionada hace poco en un avión, Séptimo de Patxi Amezcua, con Ricardo Darín y Belén Rueda, donde el padre, bajando del séptimo piso en ascensor, pierde a sus dos hijos que bajaban por las escaleras y que se han literalmente volatilizado…La desesperanza de los padres me recordó mucho las reacciones de Fabián y de Lila. Aunque la peli no es muy buena porque hay ligerezas en el libreto, hay un real suspenso.
EL JARDÍN DE BRONCE, Debolsillo-RANDOM 2012, ISBN 978-84-9032-937-5
Pasion De La Lectura 