Dispara a la luna de Reyes Calderón

Reyes Calderón es una autora española (Valladolid 1961) con estudios de Derecho y Filosofía; actualmente es la decana de la Universidad de Navarra, departamento de Economía.

Se la conoce principalmente por sus novelas policiales con la juez pelirroja Lola MacHor la primera juez fémina de la sala del Tribunal Supremo en Madrid, un cargo vitalicio.

Dispara a la luna es la sexta entrega con Lola MacHor y le ha valido a Reyes Calderón el Premio Azorín 2016. El título quiere traducir en español la expresión en inglés « shoot for the moon » o « apunta a lo alto« . Es una novela coral con varios personajes muy bien definidos y es una novela con un rompecabezas dinámico, casi cinematográfico, con capítulos que pueden ser cortísimos y una narración original que parte de la resolución del caso para volver hacia atrás en el tiempo,  lo que se llama « in extremis« en narratología cuando el relato comienza por el desenlace.

Este libro me ha hecho conocer la juez MacHor que es la estrella del libro, una mujer muy respetada en su ámbito. Casada con un médico famoso y madre de varios hijos. Una mujer con ascendencia irlandesa lo que explica su espectacular cabellera. No me cuadró muy bien la dicotomía entre la estupenda y reconocida profesional y la mujer; encontré que la autora la pone en situación de anti-héroe por el lado femenino en permanencia. El lado femenino de la juez me pareció demasiado « rebajado », demasiado anodino, lo encontré poco creíble; y esa manía de la juez para que la llamen Lola, de buenas a primeras.

Todo el libro se basa en la búsqueda de Juan Iturri Goicoechea, un policía de Interpol, basado en Lyon, Francia, que ella conoce y estima mucho. El pobre hombre será secuestrado de manera atroz, pero alcanzará a enviar un mensaje a la juez porque intuye que la única que no le fallará es ella. Muy enrevesado resultará  saber qué lazos tan fuertes los unen como para que la juez deje Tribunal Supremo y marido para salir en pos de Iturri. Toda la novela transcurre en seis días de búsqueda a contrarreloj e involucra la Guardia Civil española y la Gendarmería francesa y hasta el MI6 británico puesto que la trama evoca las relaciones entre las unidades antiterroristas de Francia, España y Reino Unido; hay un buen trabajo de documentación.

Por momentos encontré que el relato se alargaba demasiado. También encontré que la escena del rapto del inspector Iturri era surrealista porque el hombre era terriblemente precavido y discreto como para dejarse atrapar por unos maleantes bastante torpes, además que intuyó su rapto en el mismo momento y me pareció que casi se dejaba atrapar. La novela torna alrededor del tema de la venganza y en contrapunto tenemos el tema de la amistad indefectible que une a la juez con Iturri. En la novela, la relación de la juez con Iturri es catalogada como « anclaje emocional » y los seguidores del caso le aplican el principio de la navaja de Ockham, es decir, que probablemente las razones que los unen son desconocidas de todos pero son las más simples y parsimoniosas. También hay en la novela mucho material para describir a la clase política, de manera acertada y bastante ácida ( y tan justa !) : la juez es convocada al Palacio de la Moncloa y la recibe un joven que debe ser uno de los tantos « asistentes » y enchufados del poder…un jovenzuelo con aspiraciones intentando ofrecer una conversación marcadamente inteligente, lo que es peor que un día de campo en una zona de mosquitos, peor que una depilación de axilas, peor que un pleito entre parientes...(página 385)

Un error garrafal página 582 con el francés (¿no hay correctores?); en la frase Excusez-moi, madame, n’êtes-vous pas oublié quelque chose? (n’avez-vous pas oublié?! auxiliar avoir y no être)

Lectura entretenida con un personaje diferente dentro de lo que se conoce en literatura policial.

DISPARA A LA LUNA, Planeta 2016,  ISBN 978-84-08-1542-1

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