La casa pierde de Juan Villoro

Juan Villoro nació en Ciudad de México en 1956; estudió sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); es un escritor, periodista y traductor del alemán e inglés,  gran aficionado al fútbol y al rock.  En 1981 fue nombrado agregado cultural en la RDA donde vivió hasta 1984. Actualmente vive entre México y Barcelona.

Practica géneros diversos como la novela, el cuento, el ensayo, el diario de viajes, la crónica, el artículo periodístico y el libro para niños. Tiene la capacidad para ahondar en la sociedad mexicana y en el interior de sus habitantes a la vez que una perspectiva cosmopolita para abordar las relaciones entre la cultura americana y la europea sin ceder a tópicos ni exotismos. Se declara heredero de autores singulares que él admira como Roberto Bolaño, Alan Pauls o Enrique Vila-Matas. Ha emitido críticas sensatas contra los medios digitales, sobre el manejo que se le da a la información en los medios digitales, diciendo al respecto que el comportamiento humano en esos ámbitos ha dado pie a una civilización del equívoco; tema de ultra actualidad en estos días en que Villoro ha formalizado su oposición a la concesión de un Premio al peruano Bryce Echenique , acusado de plagio por unos 15 autores, plagio en el ámbito periodístico, según parece.

Con este libro La casa pierde, recibió el Premio Xavier Villaurrutia en 1999. Entre otros Premios, le acaban de conceder el Premio Iberoamericano 2012 de Letras José Donoso por el conjunto de su obra y en 2004 ganó el Premio Herralde de la Editorial Anagrama con El testigo.

A propósito de El testigo que le leí hace mucho, probablemente en el 2004, es un libro que no me gustó porque lo encontré denso, espeso, a veces confuso, pero interesante en su concepción: un mexicano vuelve a su país al cabo de 24 años de vida universitaria europea, vuelve  a un país que desconoce y que redescubre; este exiliado, que se llama Julio , tiene la manía de cortarse las uñas, dejando siempre alguna uña sin cortar y a esa uña él le llama « el testigo », testigo de lo que está pasando; el padre de Julio fue abogado especialista en la figura jurídica del testigo. La palabra testigo vuelve varias veces en el relato. El poeta posmodernista Ramón López Velarde es otro protagonista de la novela.

El otro libro que le había leído a Villoro, en épocas más recientes es De éso se trata publicado en Chile en 2007 por la Universidad Diego Portales. Son ensayos literarios sobre autores conocidos. El que más me gustó trata de Giacomo Casanova y me gustó tanto que lo fotocopié entero. El título del ensayo viene de una frase de Shakespeare: to be or not to be, de éso se trata.

La casa pierde consta de 10 cuentos. No me gustaron porque son negros, implican droga, gente y situaciones llenas de equívocos, losers, oquedades,  situaciones oníricas, simbolismo, el futuro incierto, la soledad. Juan Villoro decía en algún escrito que la mayor parte de los cuentos son de soledad incluso aquellos que tienen que ver con situaciones de grupo. Hasta las historias de amor son espectrales, inquietantes, mostrando el frágil límite entre el amor, la violencia y el odio.

Sus cuentos no me produjeron el desasosiego que sentí con los del peruano Carlos Yoshimito , porque estos cuentos de Villoro están mejor ubicados temporalmente, aunque  son muy negativos, anunciadores de apocalipsis.

He aquí un enlace en mp3 donde la Sra Olga Martínez Dasi, desde el Liceo de Canet de Mar, Barcelona, presenta los cuentos de Villoro en 2003:

http://www.sololiteratura.com/vill/villoropre.mp3

LA CASA PIERDE, Alfaguara 1999,  ISBN  978-84-204-1232-0

Laisser un commentaire