Entre naranjos de Vicente Blasco Ibáñez

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Vicente Blasco Ibáñez fue un escritor, político y periodista español (Valencia 1867-Menton, Francia 1928). Su obra es inmensa y cultivó todos los géneros: novelas regionales valencianas, novelas históricas, novelas de carácter autobiográfico, novelas sociales, psicológicas o de aventuras, libros de viajes. Fue el escritor europeo más leído en su época, asimilado a los escritores naturalistas; debería pertenecer al grupo de la generación del 98, pero sus coetáneos no lo aceptaron. La obra que lo lanzó al estrellato fue Los cuatro jinetes del apocalipsis.

El libro Entre naranjos (1900) fue adaptado al cine mudo por la MGM en 1926 bajo el título El torrente con una Greta Garbo principiante y hermosísima; la película fue dirigida por Monta Bell y se puede ver completa  en Youtube (1h27) aunque cambiaron la historia en su comienzo entre los dos protagonistas, pero conservando el final.

También TVE adaptó el libro en 1996 con 3 episodios de una hora 30, dirigidos por Josefina Molina que se pueden ver en TVE. La serie es magnífica y muy fiel al libro; me sorprendió que no hayan  puesto atención en los ojos verdes de la heroina, la bella Leonora porque sus ojos verdes hechizaron a Rafael. Los actores y los decorados son buenísimos, pero el texto es más intensivo e interiorizado en el libro, como suele suceder. Résultat de recherche d'images pour "entre naranjos serie TV"

Entre naranjos es una obra magnífica, tan decimonónica, tan bien escrita, tan psicológica y que por muchos aspectos me recordó a ese otro monumento literario que constituye La Regenta : ambas novelas transcurren en una ciudad pequeña (Oviedo versus Alcira aquí), son ciudades pequeñas pero infiernos grandes, donde todo se sabe y se comenta con maledicencia, con un papel fuerte de la religión y unos amores malditos. Ambas son novelas muy psicológicas.

Los temas principales de esta novela son tres : el amor, la música y la política más un paisaje valenciano embrujador con los huertos de naranjos. La política resalta con sus luchas por el poder, un poder alcanzado a través de la corrupción y hasta el crimen; es el contrapunto que se estrella contra el amor, éste exaltado por la música y por el paisaje. Y la música con la bella voz de Leonora con vasto repertorio y una preferencia por la obra wagneriana.

Estamos en Alcira, una ciudad valenciana que vive, y muy bien,  del negocio de las naranjas. Casi todo pertenece a los Brull que se han enriquecido desde hace dos generaciones con prácticas abusivas y malhonestas. Los Brull tienen un heredero único, Rafael que ha cursado estudios y ascendido a la Diputación por la comarca. Su madre, Doña Bernarda ha velado por la fortuna familiar, al mismo tiempo que ha padecido de un marido que es un verdadero cacique que ejerce el derecho de pernada entre sus jornaleras púberes.

Y el bello y serio Rafael Brull caerá perdidamente enamorado de una cantante lírica, originaria también de Alcira que vuelve al terruño para olvidar sus cuitas de amor. Todo se ligará para separar a los amantes, sobre todo que doña Bernarda tiene  destinada a Rafael la hija única del negociante en naranjas más rico de la comarca.

Rafael, impelido por los suyos hará el buen matrimonio y conocerá una vida de aburrimiento, sin amor/pasión, pero rodeado de riqueza y de una linda familia.

Al final del libro, los antiguos amantes se reencuentran y Leonora realiza su venganza.

La descripción de Alcira con la crecida del río Júcar, las primaveras inundadas por olor del azahar de los naranjos, crean un universo rico en sinestesias. La prosa de Blasco Ibáñez es esplendorosa, por momentos de un gran lirismo. Pura belleza.

He aquí lo que escriben en la introducción del libro  J. Mas y M.T. Mateu … la segunda parte y la más importante de la novela, gira en torno a una fuerza poética poderosa que incendia la sangre y los sentidos : el perfume del azahar que se filtra por todos los resquicios e impulsa a la locura. El poderío aromático es tal que Rafael se asfixia en su cuarto, Leonora se marea en el suyo y la ciudad experimenta el poderío invasor de la primavera.

La prosa de Blasco Ibáñez (página 256)…el campo parecía estremecerse bajo los primeros besos de la primavera. Cubríanse de hojas tiernas los esbeltos chopos que bordeaban el camino; en los huertos, los naranjos, calentados por la nueva savia, abrían sus brotes, preparándose a lanzar, como una explosión de perfume, la blanca flor del azahar; entre los ribazos crecían entre las enmarañadas cabelleras de hierba las primeras flores. Comenzaban a florecer los naranjos. La primavera hacía densa la atmósfera. El azahar, como olorosa nieve, cubría los huertos y esparcía su perfume por los callejones de la ciudad. Al respirar se mascaban flores.

Un libro precioso, potente, embrujador.

José Mas y María Teresa Mateu escriben en la introducción que es en el conjunto de la obra « blasquiana » donde se alcanzan los mejores frutos de amor, de música, de política y de belleza que contribuyen a darle a estos naranjos de Alcira una luz y un perfume de universalidad.

ENTRE NARANJOS, CÁTEDRA Letras Hispánicas 1997 (V.B.I. 1900),  ISBN 84-376-1585-2

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